lunes, 27 de junio de 2011

Los inconscientes

Últimamente hablo en entornos profesionales de algo poco habitual en dichos contextos: la consciencia. Por supuesto con la necesaria ironía sobre discursos espirituales, aunque en el fondo lo es.

La consciencia, ser consciente, significa un estado vital, una actitud donde nos dejamos llevar menos por las circunstancias y las influencias y permanecemos centrados en nosotros mismos, atentos a cuanto ocurre, conectados con nuestra intuición y la realidad innegable ante unos ojos realmente abiertos y despiertos.

Sin ir más lejos, según el diccionario de la RAE esta es la definición de consciencia: "Conocimiento inmediato que el sujeto tiene de sí mismo, de sus actos y reflexiones."

Recientemente leía un libro de James Hollis donde relataba el caso de un hombre que pocas horas después de comprar su flamante y nuevo coche lo estrelló. El hombre denunció al concesionario porque, según el, no le habían explicado que "control de crucero" es diferente de "piloto automático". Paradójicamente un jurado supo entenderle, ganó el juicio y tuvieron que indemnizarle.

¿Qué paralelismo supone esta historia con la vida real? ¿no sería fantástico tener un antídoto directo ante nuestra propia estupidez que nos excusara de todo y sus consecuencias? yo no tengo de eso ¿y tu?

La vida real dista de ser así, en la vida real se nos supone responsables de nuestras decisiones y nuestros actos, de la consciencia de nuestro aquí y ahora, nuestro papel y el impacto que generamos alrededor, esa diferencia que marcamos por estar yo aquí.

Y si no fuera yo el responsable ¿quién lo sería? ¿sabes apuntar a alguien distinto de ti responsable de tus actos?

A todos nos son familiares las actitudes victimistas, echamos la culpa al jefe, al tiempo, a la familia, y un largo etcetera de descargos sobre nosotros mismos. Igual que el hombre que explicaba que "control de crucero" pensaba que era lo mismo que "piloto automático", la culpa no era suya!!!!

Y también pasamos por un término muy habitual en estos contextos: culpa. ¿Cómo sería cambiar culpa por responsabilidad? te invito a utilizar una herramienta muy sencilla en los próximos días, en cada situación, decisión o acto, pregúntate: "¿Cuál es mi responsabilidad en esto?"

Entonces más consciencia puede significar mayor responsabilidad sobre nosotros mismos, más estar aquí y ahora y esto último conlleva estar presentes en lo que sucede en el momento. Como suelo repetir en los talleres, no hay más ciego que quien no quiere ver y una de las vías más habituales de inconsciencia es evadirse en el tiempo y el espacio.

Imagina que estás en una oficina trabajando y alrededor tuyo está tu equipo de colaboradores sobre los que eres responsable. Tu padre está hospitalizado, grave, no sabes si es cuestión de horas o días, no dejas de pensarlo y de hecho estás pensando en qué estará pasando en el hospital y llamas constantemente a tu familia. ¿Cuántas cosas intuyes que estarán pasando de manera evidente en esa oficina y no te das cuenta?
Puede ser la cena de aniversario que vais a celebrar esta noche, lo has preparado todo y los nervios no te abandonan porque salga todo bien, la sorpresa de tu pareja para a ser mayúscula. ¿En qué afecta a tu consciencia? ¿Estás realmente conectada con lo que está sucediendo en el presente? ¿o estás en otro lugar que todavía no existe?

Cuando te evades en el tiempo, al pasado o al futuro, ¿a qué dices que no en tu vida? normalmente las respuestas incluyen que dices que no a estar en el presente, en el ahora y a disfrutar muchas veces de lo que hay.

Esto hila con un elemento más de la consciencia: la decisión. Tomar decisiones es algo irrenunciable en nuestras vidas, desde lo más relevante hasta lo más trivial tomamos decisiones constantemente. Sin embargo, ¿quién toma la mayoría de esas decisiones? ¿realmente tu? está demostrado que el 90% si no es más de las decisiones diarias las toma nuestro subconsciente, que es una manera de decir la inconsciencia.

¿En base a qué toma decisiones el inconsciente? bueno, hay profundidad en el tema sin embargo de manera generalizada el inconsciente es un centro de toma de decisiones automático, rápido y eficaz que se basa en las creencias que hemos ido construyendo durante nuestra vida, los aprendizajes conseguidos y las costumbres que hemos programado.

¿Alguna vez te has descubierto conduciendo a un destino habitual pero que no es el deseado? a mí me ha pasado, descubrirme conduciendo hacia casa volviendo del trabajo cuando realmente quería dirigirme a otro lugar. De hecho, normalmente ¿quién conduce? ¿soy yo conscientemente?

Y si hablamos de creencias ¿cuántas cosas has asumido que no puedes conseguir o hacer y ni siquiera has intentado? hay quien le parece un poco radical pero te invito a ver este video de Tony Meléndez. Si ya lo has visto ¿qué te diferencia en esencia de él?
Eso que siempre has pensado que no puedes hacer ¿realmente lo has intentado? es fantástico como nos limitamos hasta en las cosas más sencillas.

Respecto a los aprendizajes conseguidos, es fantástico también cómo nos aferramos a ellos como si fuera nuestra propia identidad. Últimamente hay numerosas comunicaciones y entrevistas sobre cómo conducir reduciendo el consumo del coche. Hay muchas personas que rechazan recomendaciones basadas científicamente en los modelos de automóvil y vías de hoy en día, descubres que siguen aferrados a lo que aprendieron hace décadas y que era cierto para modelos de motor diferentes y carreteras diferentes.

¿Cuánto de esto sucede en tu vida? ¿Cambian las carreteras y los motores y sigues aferrado a lo que aprendiste hace años?

A veces las evidencias del inconsciente pueden ser demoledoras y sentirlas pesadas en nuestras vidas, sin embargo el inconsciente es algo fantástico y maravilloso que nos permite vivir y hacer muchas más cosas que si solo fueramos conscientes.

El máximo potencial, la excelencia, es conjugar la consciencia con el inconsciente, tener una actitud atenta sobre nosotros mismos y nuestro entorno, reconociendo lo que hay, filtrando lo que es útil de lo que no, desechar creencias que nos limitan y nos frenan, tomar la responsabilidad sobre nosotros mismos, estando presentes.

Hay dos opciones, sumergirse en una vida inconsciente, dejándote llevar por el inconsciente y sus decisiones automáticas, aparentemente cómodas y despreocupadas, ignorando que tu eres algo más, intuyo que llegando a una vida incómoda, como quien le falta algo.

Te invito a que dejes de buscar fuera, está dentro de ti, solo tienes que tomar las riendas de ti misma y decidir.

¿Quién es el protagonista de la película de tu vida? ¿Quién escribe el guión?

Y tu, ¿qué quieres?

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