domingo, 13 de junio de 2010

Mamá pato

Hace una semana un compañero me describía cómo observó una familia de patos pasar una y otra vez por delante de la puerta de la oficina. Bastante más arriba de nuestra oficina hay un pequeño rio, un pequeño lago y un gran parque, seguramente fuera su origen.

Quién sabe cómo fueron a parar allí, una calle de oficinas y cerca un polígono, de tráfico denso. El asunto es que la familia constaba de Mamá pato y sus crías. Mamá pato subía y bajaba una y otra vez la calle con sus patitos tras de ella. Mi compañero me comentó cómo la pata aumentaba su estrés y a cada vez que pasaba por la puerta se la percibía más agobiada y desconcertada.

Ignoro cómo acabó la aventura (?) de la familia Pato, hasta donde sé nadie intentó ayudar a la familia en apuros. Quiero pensar que alguien finalmente lo hizo o al menos se avisaría a la policia o similar para actuar.

Pensando sobre ello, no deja de ser una metáfora de lo que puede ocurrir en nuestras vidas. Tenemos vidas apacibles, dentro de ciertas condiciones de contorno, ignoramos explícita o implícitamente todo aquello que queda fuera. Al igual que la familia Pato que viven en su parque, su arroyo, el pequeño lago y la felicidad inconmesurable de la tranquilidad y la monotonía.

Sin embargo, quién sabe la razón, un día Mamá Pato (o Papá) toma una decisión, o igual llega un imprevisto que altera nuestro entorno, y se sale del camino habitual, avanza con confianza basada en la seguridad de una vida tranquila hasta que percibe que ya no, que no está en su lugar, que no controla lo que le rodea, que no sabe volver a "casa".

¿Cuál es la brújula en estos casos? ¿La brújula debería marcarnos como volver físicamente a "casa" o cómo volver emocionalmente a "casa"? Probablemente sea más importante tener las herramientas y la brújula para volver a "sentirse en casa" y recuperar el bienestar tras el cambio y el estrés que produce, independientemente de volver al espacio físico y las costumbres anteriores.

De hecho de poco le iban a servir a la familia Pato conseguir volver al parque si hubieran cambiado las circunstancias (corte de agua, sequía u otras hecatombes).

La pregunta de reflexión es ¿cuál es tu parque, tu casa? como metáfora, por supuesto.

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