Cuando tomamos una decisión, normalmente estamos pensando y enfocados en los resultados, en conseguir lo que esperamos de una acción o actitud. Sin embargo hay más dimensiones al tomar una decisión que el mero resultado, que suele ser importante.
Hay al menos dos niveles por encima del resultado que revisándolos previamente nos permiten ser más conscientes, y uno podría preguntarse para qué ser más conscientes, hubo quien dijo que la información es poder, esto es información sobre ti mismo, también hubo quien dijo que la verdad os hará libres, entonces puede ser una manera para engañarte menos y compadecerte menos también. ¿Quieres seguir compadeciéndote o tomar las riendas de tu vida?
Cuando tomamos una actitud o una decisión, además de pensar en el resultado, en lo que obtendremos, podemos reflexionar sobre un nuevo aspecto: "Con esta actitud o con esta decisión ¿qué estoy diciendo a los demás?", todas nuestras acciones, incluso la omisión de acción, está transmitiendo algo a nuestro alrededor. Nuestro entorno lo interpreta y hace una lectura de mi, de ti.
Entonces, puedes ahora reparar en una decisión o actitud que has adoptado últimamente y reflexionar sobre qué estás transmitiendo hacia afuera, a otras personas y al contexto en general. Si te observaras desde fuera, como en una película, ¿qué ves?
Ahora vendría un siguiente paso y es contrastarlo con lo que tu quieres transmitir, comparar lo que quieres con lo que realmente estás haciendo. Esto normalmente se llama impacto, impacto en los demás y en el entorno, también hay quien lo llama huella.
Puedes por un momento cerrar los ojos y pensar en ti dentro de 20 años, estás en un lugar tranquilo rodeada de personas que te han acompañado en tu vida, en lo personal y/o en lo profesional. ¿Qué te gustaría que dijeran?
Hay ejemplos muy sencillos, precisamente ayer comentaba uno y lo siguiente no coincide con el caso concreto, soy el responsable de un equipo de personas, una persona del equipo puede acercarse, pedirme discreción y apoyo y hacerme una consulta sobre un tema. El asunto presenta cierto conflicto con mi cargo y podría tomar una actitud de ventaja sabiendo esa información, tengo dos opciones, ser discreto y mantener la confianza de la persona o tomar ventaja y una decisión desde mi cargo. En cada opción ¿qué estoy transmitiendo a los demás, al entorno? si mantengo la confianza el resto del equipo lo sabrá, estoy transmitiendo valores y a partir de ese momento sabrán la calidad de la persona, que pueden confiar, después les podré recordar que pueden confiar, además los hechos están ahí.
También podría tomar una decisión en base a la información, evidentemente hago mi trabajo, el equipo y las personas verán a un compañero dañado y la confianza conmigo hundida. De repente el trabajo se vuelve frio y solo un lugar donde ganar un sueldo. Puedo intentar corregirlo con palabras, los hechos, el impacto alrededor, habla por sí solo.
Hay otro nivel más de consciencia cuando se toma una actitud o decisión, se trata de reflexionar: "¿qué me estoy diciendo a mí misma?". Por ejemplo, una empresa cliente confía en que las referencias que les doy son ciertas, que la experiencia total es verdadera y depositan la confianza en lo que digo. Si efectivamente es todo transparente ¿qué me estoy diciendo a mí mismo? ¿cómo actuaré en sucesivas veces?
Si por el contrario la información no es cierta y soy consciente, quiero conseguir ese contrato y si hace falta falseo algún dato, no tiene tanta importancia y al final el cliente no se va a enterar. ¿Qué me estoy diciendo a mí mismo? ¿qué reglas de juego estoy planteándome? si hago esto ahora ¿qué será lo siguiente? si realmente me enfoco en resultados ¿qué no hacer para conseguirlos?
Entonces, con mi actitud, con mis decisiones ¿qué me digo a mí mismo? en numerosas ocasiones, casi más que el resto, observo a las personas que se están hablando más a sí mismas que a los demás. No dejamos de lanzar consignas, afirmaciones o negaciones que realmente son más para nosotros que para los demás.
Puedes observarte, observa una conversación que has tenido con otra persona, de cuanto has dicho ¿qué era realmente sobre el asunto y ha aportado algo a la otra persona? ¿cuánto era realmente para ti y reafirmarte y repetirte lo de siempre?
Puedes tomarte unos minutos, cerrar los ojos, imaginarte a una edad anciana, muy mayor ya. En ese momento de tu vida vuelves la vista atrás y ves lo que has hecho, lo que has conseguido y qué ha merecido la pena. ¿Qué ha sido lo más importante? ¿qué cosas han dado sentido a una vida cercana a apagarse?
Puedes seguir engañándote, diciéndote que no tiene importancia, o puedes preguntarte qué estás transmitiendo a tu entorno y, lo que es más importante aún, qué te estás diciendo a ti mismo con tu actitud.
¿Qué decides? esto sí que está en tus manos, es tu vida...
Me ha gustado ucho Juan. Efectivamente, un buen profesional, debe tener ambas virtudes, ser bueno en su trabajo y además, tener la capacidad para ganarse la confianza del equipo.
ResponderEliminarEl trabajo es algo pasajero, pero los valores estarán ahí siempre.
Desde luego, habría que recordar a las personas por ese valor añadido que nos aportaron, y lo mucho que nos enriquecieron!.
Gracias Raquel, al final es lo que queda, aquello por lo que te recuerdan.
ResponderEliminarPodemos decidir más allá de las circunstancias, más centrados, con mayor solidez y seguridad.
No creo que un entorno laboral sea el mejor para reflejar los valores reales de una persona, quizás en un lugar idílico si, pero en el mundo real, aunque tus valores sigan ahí... muchas veces simplemente se dejan de lado. Los clientes "confian" en lo que se les vende, pero igualmente saben la realidad detrás de ello. No siempre se puede decidir lo que eticamente seria correcto. Parafraseando el post... puedes seguir engañandote, diciendote que no es asi, pero... ahí está.
ResponderEliminargracias por compartirlo, hay consciencia en lo que dices y estar presente en lo que estás decidiendo, no se trata de juzgar ni de tener razón, es un camino, en este caso el tuyo.
ResponderEliminarEdesa, tu respuesta es un poco confusa o no entiendo lo que quieres decir ¿puedes explicarmela con otras palabras? Gracias
ResponderEliminarBueno, suponiendo que seas el/la misma anónimo, como digo en mis talleres ¿quién se deja el corazón a la puerta del trabajo? ¿quién se deja las entrañas?
ResponderEliminar¿eres la misma persona en el trabajo que fuera? y si no lo eres, ¿a qué dices que no? ¿a qué estás renunciando en tu vida?
Yo no tengo respuestas, solo preguntas, las respuestas están en tu interior. Si para ti el trabajo es un lugar y un tiempo en tu vida donde no ejercer tus valores, es tu camino.