jueves, 15 de julio de 2010

La dimensión humana

Fue duro comenzar como becario en una gran consultora, mucha ignorancia e incertidumbre, notar que falta destreza para manejarte en el entorno y asumir un role superior al que realmente sientes que te corresponde. Tiempos duros en un proyecto duro, gerentes histriónicos e inhumanos que dejan la persona atrás para interpretar el papel de su vida. Escaso reconocimiento, mucha presión y un estándar muy alto de expectativas, estar por debajo es malo, por encima es donde debes estar.

Hubo luz, recuerdo a Pedro (ahora Natesh) cercano, comprensivo, atento, aunque la estrella que brillaba con fuerza en el cielo era Marisa. Ella llegó después, al acabarse el verano y cuando todavía pegaban fuerte los rayos de sol. Tras el desconcierto del arranque, de un nuevo impulso y un cambio de personas y equipo, Marisa impuso un estilo propio.

Hoy siento que ella vio potencial, donde yo veía presente ella vió futuro, donde solo dudas y desconocimiento ella acompañamiento, cercanía y crecimiento. Luz en la niebla, mejor soplo de viento que aparta la niebla y permite avanzar. Si hoy repaso los faros de luz que alumbran y guian mi camino, ella es uno de ellos.

Ejemplo viviente de esfuerzo, constancia, lucha, logro y éxito, ganamos batallas en el día a día y perdimos una guerra muerta desde el principio. En un contexto de ambición, egoismo e individualidad había un equipo liderado por Marisa que se ayudaba, como ella me enseñó, que respaldaba y daba el poder a las personas, como ella me enseñó, que elogiaba y reconocía el buen trabajo, el esfuerzo, la dedicación, la proactividad, como ella no dejaba de dar ejemplo.

Mil veces la vi perder el aliento, mil más levantarse tirando la toalla con la palabra y siguiendo adelante con el ejemplo.

Ayer no entendía la dimensión humana que me impregnaba su compañía, su liderazgo, su humanidad. Todavía recuerdo con gratitud las veces que se sentó conmigo a explicarme, a enseñarme, a regalarme minutos valiosos de conocimiento y experiencia. Incansable acercarse por detrás al puesto y dedicarme tiempo de apoyo y aprendizaje.

Marisa fue madre antes de tiempo, hoy ha de ser magnifico para ella serlo, ayer lo fue y no lo supo.

Hoy soy yo por muchas personas, una de ellas ella.

1 comentario:

  1. Juan, me han emocionado muchisimo tus palabras, tanto que me he quedado sin ellas.
    Fueron tiempos de esfuerzo y entrega a una guerra perdida de antemano,como tu bien describes, pero que sirvió para fortalecer lo que siempre supe y lo que observo, por tus textos del blog, que tu sientes también. Lo que importa. Gracias por poner este lazo bonito a una etapa de claroscuros en mi vida, que fue obice para mi de muchos cambios y que me han llevado a la vida que tengo ahora, de entrega también, pero a los mios, los que importan. Me ha encantado saber que ademas de un excelente profesional eres mejor persona. Un fuerte beso. Marisa

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