Hay algo más admirable que el ayudar a los demás y es dejarse ayudar. En la búsqueda y recepción de ayuda hay un acto de humildad en la persona, una postura de apertura y la consciencia de tener delante un camino por recorrer, que todavía no tocamos techo y ya estamos hartos de no tocar fondo.
Y buscar ayuda muchas veces ocurre en momentos bajos, cuando se hace evidente que las cosas van mal, que hace falta algo para ir hacia arriba. Pero también ocurre en momentos de aparente éxito, cuando personas que creen haber tocado el cielo descubren que falta equilibro en sus vidas, falta de perspectivas y no sentirse completos.
Permitir la recepción de ayuda es un acto de grandeza en cuanto que la persona reconoce y asume su vulnerabilidad, es una opción de coraje y hay que tener la valentía de sentirse vulnerable, vivir con ello y estar abierto a que alguien nos eche una mano.
Parece sencillo pero ¿cuántos de nosotros reconocemos nuestra vulnerabilidad? ¿cuántos de nosotros la exponemos en público sin prejuicios? ¿cuántas veces alguien nos puso en duda y reaccionamos de manera desmedida? es dificil saber convivir, vivir con y en nuestra vulnerabilidad, caminar abierto a la debilidad.
La bondad de la vulnerabilidad es la fortaleza que aporta. Muchas veces las actitudes agresivas, duras y de rechazo esconden una persona que no quiere mostrar su vulnerabilidad, que hace todo lo posible por evitar situaciones de debilidad pública y cuando se da ofrece una maniobra de diversión para poner la atención en otro punto, agresividad, huida, enfrentamiento...
Sin embargo la persona que acepta y reconoce su vulnerabilidad camina humilde, seguro y frente a un "ataque" y exposición de sus debilidades, lo aceptará con tranquilidad, verá la oportunidad de crecer y será inmune a sentir dolor o enfrentamiento. Eso yo lo llamo fortaleza.
Por supuesto ayudar y estar dispuesto a ayudar es un acto de entrega, altruismo y bondad en sí mismo. También es un acto de puro egoismo, la sensación de haber ayudado, ver la transformación y el impacto puede llegar a ser adictivo. Ayudar es como un chorro de energía que te invade y se queda, es plenitud y realización. En definitiva es un acto de amor y vida.
Alzo mi copa en un brindis a las personas que están abiertas a ser ayudadas y todas aquellas dispuestas a ayudar.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminar!Enhorabuena por el post!
ResponderEliminarEs la vulnerabilidad una debilidad o una fortaleza? Es ayudar un acto de amor y entrega o de egoismo y orgullo? Cuál es la diferencia entre ambas percepciones?
Un abrazo,
Jorge
Pues enhorabuena por la preguntas Jorge, déjame que lo piense y explore un poco sobre ello..
ResponderEliminar